12 de abril de 2018. Es el 'día cero' para Ciudad del Cabo, en Sudáfrica. O lo que es lo mismo, el día en que los grifos podrían dejar de suministrar agua a sus ciudadanos.
Años de escasas lluvias y la peor sequía del siglo en la región junto con el aumento de población y de su consumo de agua, son los responsables de esta situación que la alcaldesa de la ciudad sudafricana, Patricia de Lille, calificó de "punto sin retorno".
El escenario actual es tan crítico que las previsiones apuntan a que el nivel de los embalses de agua podría disminuir hasta el 13,5% de su capacidad en menos de tres meses.
En ese momento, las autoridades de la ciudad dijeron que se verán obligadas a cortar el suministro no esencial de agua, que quedaría limitado a hospitales y otras infraestructuras fundamentales.
Los más de cuatro millones de habitantes de la región tendrían que acudir entonces a puntos colectivos de abastecimiento de agua para recoger un límite de 25 litros por persona.
Así, si el consumo no se reduce drásticamente y las lluvias continúan sin llegar, Ciudad del Cabo -considerada uno de los principales destinos turísticos de África- se convertirá en la primera gran ciudad del mundo en quedarse sin agua.
Esta sequía severa ha obligado a la municipalidad local a limitar el consumo de agua a 50 litros por persona por día, regar el jardin y lavar los autos esta prohibido, en un esfuerzo por retrasar lo que se ha apodado el "Día Cero", estimado para el 12 de abril, cuando ya no habrá suministro de agua.
Mohammed Allie, de la BBC, y su familia son parte de los millones de personas que están tratando de evitar el "Día Cero", cuenta que su esposa ya no usa la ducha. En lugar de eso, hierve un litro y medio de agua, lo mezcla con un litro de agua de la canilla y así se limpia diariamente, luego recogen el agua con un balde y lo reusan en la cisterna. En cuanto a tirar la cadena del inodoro, que malgasta varios litros de agua en cada uso, solo lo hacen cuando hay excrementos.
Todos los días, cientos de habitantes hacen fila, una hora antes del amanecer, frente a las puertas de la empresa South African Breweries (SAB), la principal cervecera de la ciudad, para obtener lo que se ha convertido en el bien más preciado: agua fresca.
SAB instaló cinco tubos y permite a los locales que llenen todo tipo de contenedores con agua que desviaron de un manantial natural que tienen en sus terrenos. Han tenido que reforzar la seguridad e imponer un tope de 25 litros por persona luego de que surgieran acusaciones de que algunos empresarios sin escrúpulos estaban llevando hasta 2.000 litros para revender.
Y han decidido cerrar sus operaciones entre las 23:00 horas y las 5:00 de la madrugada para evitar incidentes criminales.
Está claro que el agua se ha convertido en el nuevo oro de Ciudad del Cabo, una ciudad famosa por sus playas y sus montañas.
fuente:BBCMundo